DE LO TERRIBLE, DE ANA MARTÍNEZ CASTILLO; LA BELLEZA DEL DERRUMBE.

A finales del pasado año 2020, Chamán Ediciones publicaba De lo Terrible, último libro de la poeta, articulista cultural y coordinadora editorial Ana Martínez Castillo. El volumen se abre con una cita de Rainer María Rilke, <<Porque lo bello no es nada/más que el comienzo de lo terrible, justo lo que nosotros todavía no podemos soportar>> introduciéndonos así en un ambiente de oscuridad y misterio que ya se denota desde la imagen de la cubierta, obra de María José López Cerro, que a primera vista nos trae a la memoria el conocido poema de Edgar Allan Poe <<Y el cuervo inmóvil, fúnebre y adusto/sigue siempre de Palas sobre el busto>>.

El poemario, que mantiene ese halo de romanticismo de sus obras anteriores Me vestirán con cenizas y Bajo la sombra del árbol en llamas, está compuesto por cuarenta pequeñas prosas poéticas distribuidas en dos partes; La gran música y Átropos, ambos con una particularidad común, ya que la enumeración de los títulos es inversa, arrancando con el poema “cuarenta” y guiándonos por un recorrido descendente hasta el texto que cierra el libro, titulado "uno", una alegoría quizas a un descenso a las profundidades del ser, hacia lo omnioso, y es que si en la primera parte aún podemos encontrar recuerdos de escenas felices con pinceladas de luz, <<Apenas la vida nos fatiga, pero nos hace más hermosos la muerte, infranqueables, como piedras en los límites>>  es Átropos, la mas veterana de las tres parcas o moiras, donde los tintes oscuros de la enfermedad y la muerte lo tiñen todo, mostrando un lienzo de decadencia. <<Aquí hubo silencio a veces, la posibilidad de no creer, de ser intocable niña preferida, evitar el contagio, el vómito, el pus, evitar la torpeza de ser sincera en el poema.>>

Martínez Castillo nos presenta un canto lleno simbolismo, surrealismo e imágenes metafóricas, con una estética que nos habla de lo terrible que hay en la vida y el tránsito por la memoria <<Vine aquí para verlo todo./Lo que queda aún en pié y que dice que existíais>>

Poesía hermética, sí, pero abierta a la libre interpretación del lector. Poesía que nos dice; Bienvenidos sean a la belleza del derrumbe.


DIEZ

El polvoriento cardo, la vid o la paloma. Los surcos fértiles si se arrodilla la tarde. Prematura niña difunde si muge la noche. El pozo. El olor insípido de los taxidermistas. Niños secos con osamentas minúsculas. Una fibra de aliento entre las alas.

Vine aquí para verlo todo.

Lo que queda aún en pie, y que dice que existíais.


 

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