UN ARCOÍRIS TODOS LOS DÍAS, DE ARANTXA SOLÍS: LA ESPERANZA Y EL SOSIEGO DE LA INFANCIA.

 


Un arcoíris todos los días”, ópera prima de la autora valenciana Arantxa Solís Quílez, con prólogo de Francisca Aninat, publicada por el editorial valenciana Olé Libros el pasado mes de noviembre, nos acerca a la visión de la pandemia pero desde un punto de vista distinto.

Es de sobra conocido que múltiples autores han publicado libros relatando las vivencias de aquella pandemia que nos mantuvo confinados en nuestras casas durante los fatídicos meses de marzo, abril, mayo y junio de 2020. Desde los poetas Jordi Doce u Olalla Castro, pasando por la novelista Violeta Gil, hasta antologías interdisciplinares como “Ventanas de confinamiento” publicada por la editorial Lastura en el año 2020, nos han mostrado las sensaciones y tramas que sus autores vivieron durante aquél periodo distópico que nos mantuvo en nuestras casas.

Pero lo significativo de este poemario es que los poemas están escritos desde la voz de los niños. Para ello, Arantxa Solís, se pone tras los ojos y los sentimientos de sus hijos y nos va relatando, a lo largo de estos treinta poemas, una manera de sentir distinta, una forma de expresión que nos habla de arco iris y de nubes, de chuches, cromos y bicicletas.

Con un lenguaje sencillo, la autora nos va relatando, desde los ojos de sus hijos, la evolución de la pandemia, desde el momento en el que los niños dejaron de acudir a los colegios, pasando por la creación del arcoíris como símbolo de esperanza y sosiego <<Se alegrarán mis vecinas/cuando tiendan su ropa,/cuando observen la vida/desde sus balcones.>>, las ventanas, los balcones, los pasillos llenos de coches de carreras, el “Homeschooling” <<Cuando la salita/empezó a parecerse/a un cole más que auna salita,/y mamá /fue nuestra maestra/cada mañana.>>; los abrazos prohibidos, los cumpleaños en casa, los paseos de dos en dos o los Reyes sin cabalgata, hasta la aparición de la tan ansiada vacuna <<Hoy han vacunado al yayo/y a la Barbie/de mi hermana>> y el comienzo de la denominada “nueva normalidad”.

La autora, en la línea de los poemas infantiles de Gloria Fuertes, nos regala este libro como testimonio de aquellos días, desde la sensibilidad y el amor, poniendo el foco en “Esos locos bajitos”, que cantaba Joan Manuel Serrat, que a menudo son más cuerdos que nosotros y tienen mucho que enseñarnos.

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